Es una sal que nace de la base de las montañas del Himalaya, en Nepal, donde existía un extenso océano. La sal del Himalaya es la más pura, benéfica y libre de contaminantes que encontramos en la Tierra.
Es buena para:Regulador del agua corporal.Previene los calambres de nuestros músculos por su contenido en magnesio.Actúa como hipnótico, por lo que es estupenda para mejorar y regular el sueño.Actúa como antihistamínico natural, descongetionando los senos nasales.Previene la aparición de las varices porque mejora la circulación.Equilibra el nivel de azúcar en sangre.Equilibra la excesiva acidez de las células, en especial las del cerebro.Buen preventivo en casos de sinusitis, mucosidad o flemas, asma, dolor de garganta y anginas (entre otros).